Sósima: maestra mezcalera

Conozcan de primera mano el mundo del mezcal: Este fin de semana tuve la oportunidad de conocer a la maestra Sósima. Una gran persona que pone en alto no sólo la tradición del Mezcal, sino la figura de la mujer en un ambiente dominado por el hombre.
Hay que acercarnos a gente como ella, gente que conoce de forma integral el ecosistema de la Planta y el Mezcal, gente que trabaja para darle vida a ese ecosistema, gente que toda su vida ha estado involucrada en eso, nadie sabe más. Le agradezo a Sosi por su tiempo y por la convicción con que hace su trabajo.
Aquí les dejo la plática que tuve con ella:

 

¿Cómo aprendiste la técnica de hacer mezcal?
El trabajo del Mezcal en mi familia se les inculca a todos: niños y niñas. Todos hacen un trabajo, y dependiendo de la capacidad de carga, nos tocaba cargar leña, llevar las tortillas al que está cortando maguey o a arrear la mula; siempre, siempre estábamos ahí haciendo el trabajo. Y ese era nuestro trabajo como niños, estar con mi papá.
Muchos años el palenque estuvo a la orilla del río y allá por mi pueblo es una zona árida, no hay muchos lugares donde nazca el agua. Y mi papá tenía su palenque a la orilla del río y teníamos que caminar como 15 km diarios, y a nosotros nos tocaba eso, ir a ver que ya estuviera el 
huarape, llevar comida. Y si no aprendíamos bien cuál era el punto en el que el que la fermentación estuviera lista, pues teníamos el castigo de recorrer otros 15 km para verificar, así aprendíamos la lección.

Una anécdota es que como la zona donde estaba el palenque estaba pegada al río, era una zona caliente y húmeda, pues había muchos zancudos entonces, nos metían a las tinas de fermentación, ponían una manta y nos quedábamos a dormir ahí adentro con este aroma del maguey cocido y fermentado, y el olor se nos quedó grabado.

¿En tu familia han tenido la costumbre de sembrar continuamente?
Sí, no se siembra mucho, pero sí se siembra cada año, más o menos se siembra lo equivalente a lo que se saco el año anteriror. No hay un año que no se siembre. Eso con los magueyes cultivados, y los sivestres como el chato tratamos de no cosecharlos tanto, por ejemplo este año más o menos sacamos dos tinas de maguey, como 150 litros para todo el año.

¿Qué magueyes son los que trabajas y trabjan en tu pueblo?
Tenemos mucho jabalí, antes no lo sabíamos trabajar para el mezcal, nada más se utilizaba para lazos, se cortaban las hojas y las piñas se quedaban ahí.

¿Cuál es tu experiencia como mujer en el mundo del Mezcal?
En las reuniones, en las que normalmente estoy entre cuarenta y cincuenta hombres, ellos toman su actitud normal de machos y tratan de retarme "a ver si les aguanto el paso." Me preguntan, "y qué, ¿tú sí sabes tomar Mezcal?", "¿y quién es tu papá?" para ver por qué estoy ahí.
Hay veces en que tengo que decirles que ya es el úlimo que tomo cuando estamos probando mezcales, porque tratan de medirme. Entonces yo digo cuál es el último que me tomo. Y así como machos me quieren ver borracha y así como si no supiera tomar.

Hay veces que me subestiman por ser mujer. A veces me dicen, "¿a poco sí puedes con esas garrafas?", pues claro, les digo.

¿Cuál es la situación actual del Maguey en Oaxaca?
La gente de los pueblos, y sobre todo los productores, cuando vemos que el maguey y el mezcal están subiendo de precio, a veces pensamos en la acción rápida. Por ejemplo, Jalisco vino y pagaba a $2.5 el kilo (de maguey), y con tal de completar la demanda a la gente no le importaba poner magueyes de todos los tipos y a veces sin que estuviera bien maduro. Se veía tanto maguey que nunca se penso que se fuera a terminar. En muchas zonas de Miahuatlán ya no hay magueys cuishes y ahora hay sembradíos del maguey tequilero. En la mixteca también, dicens que fueron los tequileros los que se llevaron el maguey.

¿Qué haces para promover la cultura del Mezcal?
Hace poco se hizo un evento en Oaxaca, en El pañuelito una reunión de mezcaleros, y todos llevamos los magueyes que son de nuestras regiones.
A eventos como estos, tratamos de invitar a esos que se dicen "mezcallier", por lo menos para que vayan empezando a conocer las plantas porque si nosotros ni los académicos conocemos todos los magueyes en su forma, color, sabor pues por lo menos que se acerquen para que conozcan bien.

Está díficil el tema de mezcal. Es feo como se ha sacado el Mezcal de las comunidades porque esta bebida para nosotros primero es ceremonial, ha servido como recurso de intercambio, para fiestas, eventos especiales, como medicina, para cuando naces, para cuando mueres... En realidad tenía una función muy alejada de la comercialización actual. El Mezcal llega a zonas muy profundas de nosotros, y antes era sólo de las comunidades.
Y ahora que dicen, de afuera, que es una de las bebidas más ricas del mundo, hay un mercado que lo está sobredemandando. Nosotros, como productores pequeños, nunca nos habíamos preparado para esta clase de demanda. Yo digo, si ahorita nos estamos dando cuenta que el mercado está pidiendo estos mezcales, pues hay que empezar a prepararnos: lejos de pensar en una certificación o comercialización, en este momento, como productores, lo que nos debe preocupar es tener la materia prima y empezar a planear su conservación.

Y la verdad es que los que quieren hacer negocios no saben, tienen que saber. Por ejemplo, una vez vino una chava que vive en el D.F., y quería comercializar en Nueva York, y me preguntó que si vendía mezcal, le dije que sí. Me dijo, "yo, para que haga negocios contigo necesito 20,000 litros al mes. " Yo creo que entoda mi vida no he sacado 20,000 litros. Y aparte me dice, "Y además, ya hice mis cuentas, para que sea un negocio rentable, yo te voy a pagar $30 pesos por litro." "Pero ni loca", dije. ¡Y así muchos! ¡No tienen ni idea! Les digo, "ve, estudia un poco, qué existe, qué plantas, cómo se hace y cuando ya tengas un poco de conocimientos, hablamos otra vez." 
Hay veces qué digo, "¡qué bárbaros!"
Yo digo a los productores, "si viene otra gente y vamos a vender Mezcal, hay que venderlo a los grados al que nosotros lo tomemos porque es parte de nuestra identidad, y si no lo quieren, pues decir que no ellos no etsán buenos para tomar Mezcal y que mejor tomen otra cosa." El Mezcal es de respeto y si uno no sabe tomar Mezcal o no quiere aprender, pues que mejor tome otra cosa.
A veces ya lo tomo como broma: una vez me dicen, "quiero mezcal de $30 el litro" y yo respondo "a ver, traeme un litro de agua", le echo unas gotas de Mezcal y digo, "toma, ahí están tus $30 pesos. Tres gotas del alcohol, pura agua. Y no se llama Mezcal."
La gente está haciendo un Mezcal que es para el turismo, de 38 - 40%. Que lo hagan, esos mezcales son para turistas nacionales e internacionales, a final de cuenta los buenos mezcales se quedan para nosotros.

Y cuando alguien quiera saber de mezcales, pues que venga. Una vez fui a Brasil a dar una plática, y no me gustó porque veía que la gente no estaba interesada. Entonces, mejor que vengan. Aquí se les puede enseñar con la comida, con la tierra, con la cultura...

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3 puntos por los que hablar de Mezcal es hablar de desarrollo sustentable.